En este sentido, la región del Bío Bío es rica en tradiciones orales. En la provincia de Arauco se conocen las leyendas del "Copihue Rojo" y "Cruces en las piedras del río". La primera cuenta la historia de dos mapuches que lucharon con sus lanzas hasta herirse de muerte y en el lugar donde había caído su sangre al día siguiente se encontró una planta de copihues rojos. La segunda explica que las piedras que arrastra la corriente del río Cruces, en la localidad de Laraquete, son los corazones de mapuches muertos en combate y que frecuentemente llevan una cruz inscrita.
En la provincia del Bío Bío destaca la leyenda de "La primera piedra del indio" que se refiere a la costumbre de que cada viajero que transite por el camino que conduce al valle de Trapa-Trapa debe dar dos vueltas alrededor de esta piedra, dejar dos objetos de recuerdo y recoger sólo uno de los que encuentre en el lugar. En Concepción se identifican las historias de "El roblecito vigilante", leyenda que cuenta que en un promontorio en la localidad de Hualpén había un pequeño roble desde donde los mapuches vigilaban sus territorios buscando advertir la presencia de conquistadores. Actualmente se dice que aún es posible divisar las siluetas de guerreros corriendo por el lugar. Otra historia muy conocida en la ciudad de Concepción es la del "El castillo embrujado". Esta leyenda se sitúa en la ciudad de Hualqui y cuenta que en la zona había una enorme y lujosa casona donde vivía una familia muy adinerada, cuyo dueño, buscando aumentar sus riquezas, hizo un pacto con el Diablo: a cambio de dinero el hombre le eintregaría cierta cantidad de almas escogidas entre sus sirvientes. Este trato se llevó a cabo durante mucho tiempo hasta que ya no hubo más sirvientes. Se dice que en esa oportunidad el Diablo le pidió el alma de su única hija, que estaba soltera. Después de este hecho la familia dejó el pueblo y, aunque no se sabe con certeza qué fue lo que sucedió, hay quienes afirman que aún es posible ver la silueta de la joven, vestida de novia, paseando por la casa.
No obstante la importancia de las anteriores historias, tal vez una de las más conocidas de la zona es la leyenda que surgió en la provincia de Ñuble sobre los hermanos Pincheira: tres hermanos que, junto con sus secuaces, formaron una banda de forajidos que asoló por 15 años los campos de la zona. Su escondite es actualmente reconocido como lugar turístico, ubicado en la orilla del camino hacia las Termas de Chillán.
Todos estos relatos han sido transmitidos oralmente entre las generaciones y hoy en día forman parte del patrimonio cultural intangible de la región.
En la provincia del Bío Bío destaca la leyenda de "La primera piedra del indio" que se refiere a la costumbre de que cada viajero que transite por el camino que conduce al valle de Trapa-Trapa debe dar dos vueltas alrededor de esta piedra, dejar dos objetos de recuerdo y recoger sólo uno de los que encuentre en el lugar. En Concepción se identifican las historias de "El roblecito vigilante", leyenda que cuenta que en un promontorio en la localidad de Hualpén había un pequeño roble desde donde los mapuches vigilaban sus territorios buscando advertir la presencia de conquistadores. Actualmente se dice que aún es posible divisar las siluetas de guerreros corriendo por el lugar. Otra historia muy conocida en la ciudad de Concepción es la del "El castillo embrujado". Esta leyenda se sitúa en la ciudad de Hualqui y cuenta que en la zona había una enorme y lujosa casona donde vivía una familia muy adinerada, cuyo dueño, buscando aumentar sus riquezas, hizo un pacto con el Diablo: a cambio de dinero el hombre le eintregaría cierta cantidad de almas escogidas entre sus sirvientes. Este trato se llevó a cabo durante mucho tiempo hasta que ya no hubo más sirvientes. Se dice que en esa oportunidad el Diablo le pidió el alma de su única hija, que estaba soltera. Después de este hecho la familia dejó el pueblo y, aunque no se sabe con certeza qué fue lo que sucedió, hay quienes afirman que aún es posible ver la silueta de la joven, vestida de novia, paseando por la casa.
No obstante la importancia de las anteriores historias, tal vez una de las más conocidas de la zona es la leyenda que surgió en la provincia de Ñuble sobre los hermanos Pincheira: tres hermanos que, junto con sus secuaces, formaron una banda de forajidos que asoló por 15 años los campos de la zona. Su escondite es actualmente reconocido como lugar turístico, ubicado en la orilla del camino hacia las Termas de Chillán.
Todos estos relatos han sido transmitidos oralmente entre las generaciones y hoy en día forman parte del patrimonio cultural intangible de la región.
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